Hoy les quiero hablar sobre
un caso hipotético que me plantearon. Se supone que yo soy la jefa de un departamento
de circulación de una revista y mi departamento paso por un proceso de reducción de personal, en el cual perdimos a
dos miembros de relaciones humanas, por razones de negocios y no por su
desempeño laboral. Yo como jefa tengo que reunirme con los tres representantes del
grupo para motivarlos e incitarlos a ser productivos, sin que obtén por
renunciar debido a las circunstancias.
En este caso hipotético yo
quiere tratar con una de las representantes, Linda, la cual tiene 15 años de
trayectoria en la empresa y siempre se ha sentido comprometida con su trabajo,
pero ahora ella piensa que su empleo se encuentra en riesgo porque si ya
despidieron a dos de sus colegas y uno de ellos, inclusive, tenía siete años de
experiencia. Linda se caracteriza por ser una persona que a todo le dice que
NO.
Para motivar a esta persona yo
como jefa le plantaría la situación de la siguiente forma:
Primero concertaría una reunión
con ella, en un ambiente que se cómodo para hablar y sin interrupciones, luego empezaría
por contarle, de manera tranquila, la realidad actual de la empresa, después de eso le diría que
su desempeño en esta empresa ha sido impecable y que es un miembro muy valioso, con ello le daría entender
que tiene el trabajo asegurado. Luego le preguntaría cuáles son sus
preocupaciones y necesidades, ya sea con respecto al ambiente laboral como a
nivel familiar. De esta forma puedo obtener la información que necesito a la
hora de generar mis propuestas ella vea que son con un interés sincero y que si
ella me dice que no yo pueda de forma cortes y amable recordarle que la
propuesta tiene como base lo que ella me dijo con anterioridad. Algunas
propuestas que le podría formular serian, el poder trabaja desde casa si
necesita más tiempo con la familia, el mejorar el área de trabajo para que puede seguir realizando su funciones con mayor facilidad, etc; claro
que todo dependería de las necesidades y de la situación tanto de la empresa
como de las de ella.
Cuando se trata de motivar a
las personas uno pensaría que cada quien se puede motivar solo pero no siempre
es así, mucho de nosotros necesitamos motivaciones externas para
poder realizar las cosas de la mejor manera posible. Por ejemplo las personas tarde
al trabajo tal vez sea porque el ambiente laboral no es el que ellos esperaban
cuando los contrataron o el trabajo no les da los beneficios que ellos
esperaban, esto se podría arreglar con una serie de motivaciones o beneficios y
llegar a alguna clase de consenso.
Otro ejemplo es la que todo
madre debe preguntarse hay motivar a nuestros hijos(as) para que hagan sus
tareas y estudien, yo aunque no sea madre considero que si, los niños y jóvenes
necesitan motivación para que vean sus deberes como lo que en realidad son,
valores, porque al hacer las tareas y estudiar para obtener buenas
calificaciones estamos siendo responsables y dándole la importancia adecuada a
las bases de nuestro futuro. Yo considero que los niños sin motivaciones van a
crecer pensando que hacen eso solo por hacerlo y lo verán como una carga y no
como un proceso de aprendizaje a de mejora para su vida.
Un caso diferente pero que ahora se ha vuelto común
entre las empresas es que el nuevo jefe del departamento es una persona joven
que tiene que dirigir a gente de mayor edad, en estas circunstancias tenemos
que saber cómo motivar a estas personas sin que se den mal entendidos, humillaciones
o inclusive despidos. Lo mejor en estos casos es lograr entablar una relación de
confianza y conocer todo el entorno para poder tratar con estas personas sin inconvenientes.